Hace un par de meses, recibía en nuestro concesionario autorizado Mercedes-Benz Starniza S.A.S. a un feliz cliente que venía a recibir su Mercedes-AMG G63.

La emoción en el ambiente, entorno a esta entrega era perfectamente palpable, no solo entre el cliente y sus acompañantes, sino que se extendía por todo el showroom. Al retirar el pijama que cubría su camioneta, lleno de regocijo, se dirige hacia mi diciendo: “Leí que está catalogada como el mejor 4×4 del mundo”.

Clase G de lujo
En ese instante como si se hubiera detenido el tiempo, mi cabeza hizo un rapidísimo recorrido de la historia y de todo lo que representa este modelo para la marca, para la industria y ahora en particular la versión AMG que se comercializa en nuestro país. Con la misma emoción le contesté “Es el mejor vehículo que ha puesto las llantas en el universo”.
Y es que el Mercedes-AMG G63 vale cada peso que se paga por él, pues allí, viajan mal contados 80 años de historia y de evolución del sistema de tracción integral que hoy ha posicionado a Mercedes-Benz notablemente por encima de los competidores del segmento Premium en este rubro.

Difícilmente se podrá encontrar en el mercado un todo terreno que pueda desenvolverse con una sobresaliente y pasmosa agilidad en cualquier trocha por pesada que sea y a la vez borre todo lo que le pongan en una pista, pues la versión que se comercializa actualmente en nuestro país es la desarrollada en Affalterbach por Mercedes-AMG.
La casa encargada del máximo performance de competición de Daimler A.G., lo que automáticamente pone a la Clase G en un punto donde ningún vehículo en el mercado por lo pronto puede ni siquiera asomarse. Sus contendientes en cuanto a capacidades en los terrenos más agresivos se cuentan con los dedos de una mano, pero todos estos están muy lejos de alcanzar su performance en una pista de carreras. Dos mundos completamente opuestos en un mismo asiento.

Concebido en sus raíces como un vehículo para uso militar, que en algo más de cuarenta años de existencia, apenas ha sufrido un par de retoques en su estética, pero con la evolución tecnológica constante propia de un Mercedes-Benz.
La Clase G ha ido haciendo se caminó entre el mercado para llegar a un lugar donde difícilmente algún competidor se pueda acercar, volviéndose año tras año como lo dicta su más reciente eslogan, más fuerte que el tiempo.
